La plática de Luis Pescetti de TedxBuenosAires me ha puesto a reflexionar sobre el papel de educadores en la disciplina de diseño y de como funcionan en estos tiempos modernos, las audiencias.
Antes les platico quien es Luis Pescetti, es un conocido canta-autor argentino que vivió un tiempo en México y que de hecho conocí por medio de sus canciones pues tengo hijas pequeñas y de regreso de la escuela escuchamos sus CD’s, (muchas veces he querido llevar estos a clase para comentarlos en clase de diseño).
Pero bueno, lo genial de Pescetti, ademas de ser una persona muy creativa e ingeniosa que
domina la escena del espectáculo, es que es un gran observador, convierte lo ordinario en extraordinario.
Pescetti tiene una capacidad enorme de fijarse en la vivencias de la vida cotidiana, manejando estos códigos comuncacionales de nuestra cultura contemporánea y transformadolos en textos o canciones, que después “devuele” en una imagen que resulta significativa para las personas. Encontrando una forma de establecer una relación de complicidad estrecha con su público.1
¿No es acaso esto, lo que buscamos los diseñadores como comunicadores visuales?
¿Como lo hace? esto es lo que llama mi atención como educadora, y es que ademas de que Luis es un excelente “contador de historias” es consciente de como nos hemos vuelto espectadores muy entrenados. Es decir que los niños, “jóvenes” en nuestro caso, tienen ciertas expectativas del “espectáculo”, saben lo que se espera de ellos en esa experiencia en particular (el aula). Tomando eso en cuenta, Luis busca primero hacer empatía con sus audiencias, quitándose del lugar del poder, pero conservando su autoridad.
Usa una metáfora genial “Los jóvenes son como migrantes en el tiempo” se acercan a la vida profesional con una mezcla de necesidad (de conocimiento) y resistencia (de dejar lo conocido). Nuestro papel como “habilitadores” es el de heredarles la profesión de diseño, propone tratarlos como sujetos semejantes y convivir en un ambiente de respeto y responsabilidad.
Finaliza con una reflexión: Cada sociedad tiene una imagen del niño del joven del cómo educar, si esta imagen se basa en un ideal, es mas difícil lograrlo, si se basa en algo “real” en “lo cotidiano” nos vamos a sentir reconocidos y vamos a sentir gratitud y alivio.
1 Juan Garff, La Nación 05/06/2010
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